"Cuatro años se han cumplido de la fundación de la Cofradía de los Estudiantes, que acoge a nuestra animosa muchachada.
Los estudiantes cacereños profesan fervorosa devoción al Santísimo Cristo del Calvario, su Santo titular. Este Cristo es una talla barroca, impresionante, de autor desconocido, una de las mejores tallas de Cristo Crucificado que hay en Cáceres.
La juventud, que sigue los formativos derroteros del estudio, desfilaba en la mañana del Jueves Santo y este año, lo hará en la del Viernes Santo; túnica negra y esclavina, hermanos de carga, y túnica negra, capa y capuchón blanco, hermanos de escolta. A la procesión asisten capuchones y señoritas vestidas con la clásica mantilla española.
La Cofradía de los Estudiantes ha venido como si dijéramos a complementar !a Semana Santa cacereña a la que, indudablemente, ha dado un nuevo tono. El ambiente penitencial ha ganado, se ha enriquecido. Los jóvenes cacereños dan una nota estupenda de su fe y religiosidad, de su acendrado catolicismo en estos tiempos tan fáciles al descarrilo.
¡Qué simpatía inspira, qué atracción ejerce la Operación Clavel para la adquisición de claveles, muchos claveles rojos, que han de adornar el ”paso” de los estudiantes el día de su desfile procesional por las vías cacereñas!
A mí me produce una intensa emoción el discurrir de la Cofradía de los Estudiantes por las calles de nuestra ciudad en la Semana Mayor de la Iglesia. Es un espectáculo piadoso que llama soberanamente la atención.
En el movimiento pasionista que en Cáceres se manifiesta ostensiblemente en estos últimos años, sobresale su juventud estudiosa. Celebrémoslo de corazón porque dice mucho de su espiritual ejecutoria.
Valeriano Gutiérrez Macías, 1963
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